miércoles, 12 de octubre de 2016

Al Rescate del Campo. Por Alejandro Armenta Mier



















En el estado de Puebla, de acuerdo a cifras oficiales, las actividades primarias y secundarias registraron una variación anual que inciden directamente en una circunstancia tan lamentable como real: aquellos que se dedican a la agricultura, la ganadería y la pesca (sector primario) dejaron de hacerlo por falta de apoyo gubernamental.

Importante señalar, que el 28% de la población total de Puebla, vive en el sector rural. Este sector ha sido condenado a vivir en el abandono y el rezago durante los últimos 6 años y es que de cada 100 pesos que se invierten en el campo poblano, 93 provienen del Gobierno de la República, y sólo 7 le destina el gobierno del estado. A pesar de la situación adversa que vive el campo poblano, éste sector genera el 5 por ciento del PIB estatal.

En el 2015, la Secretaría de Desarrollo Rural de Puebla gastó únicamente 60 millones para el campo, dejando en el olvido el equipamiento y la capacitación para detonar la producción y mejorar la productividad de la entidad.

Actualmente, el estado ocupa el lugar 14 a nivel nacional, en lo que respecta al volumen de producción del sector agropecuario. Para el 2016, el gobierno del PAN de Puebla ejercerá 72 mil millones de pesos y para los rubros agropecuarios, de silvicultura, pesca y casa pretenden destinar sólo 200 millones de pesos, que representa el 0.28% del presupuesto estatal, dejando en el olvido a 600 mil personas que se encuentran trabajando actualmente en el sector primario.

Y ante este panorama se visualiza complejo el reto de garantizar uno de los derechos humanos fundamentales, como lo es la alimentación ya que debemos cubrir una demanda de alimentos cada vez mayor a través de sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles capaces de enfrentar los efectos adversos del cambio climático. Por eso la importancia de impulsar al campo.

Para alcanzar los objetivos alimentarios, la producción agrícola debe aumentar un 60 por ciento para 2050. Es fundamental contemplar la alimentación y la agricultura como eje estratégico en los planes de desarrollo –nacional y estatal- de manera que se determinen acciones concretas para enfrentar el cambio climático e invertir más en desarrollo rural, fortaleciendo a los pequeños agricultores y garantizar así, la seguridad alimentaria.

Acciones concretas como aumentar la producción y los ingresos de los pequeños agricultores, multiplicar esfuerzos para lograr que todos los sistemas alimentarios se hagan sostenibles y que el desperdicio y la pérdida de alimentos se reduzcan al mínimo, ya que más de un tercio de los alimentos producidos en el mundo se pierde o desperdicia; esto supone alrededor de mil 300 millones de toneladas anuales.

Además fortalecer el sector productivo de nuestro estado y de nuestro país -con el objetivo de mejorar su calidad de vida- resulta fundamental para consolidar una buena nutrición, sana y suficiente a través de sistemas alimentarios sostenibles, equitativos y flexibles, fomentando el respeto a las costumbres alimentarias propias de cada región, adecuadas tanto en cantidad como en calidad.

Por ello, es fundamental promover e impulsar eventos como la Expo Hortícola –esfuerzo del Presidente Municipal de Los Reyes de Juárez- para fortalecer liderazgos en la producción de hortalizas en Puebla al ocupar el primer lugar en el cultivo a cielo abierto, comercializando el 70% de sus productos en el mercado nacional.

O el impulso a proyectos al campo y transferencia tecnológica en la región del distrito 7 de Tepeaca para la producción de tuna, nopal y maguey así como el producto nogal; por lo que esta semana se presentará en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, una iniciativa para fomentar las prácticas sostenibles en la producción de alimentos.

Sin embargo, los beneficios para los productores poblanos no han sido los esperados. En ese sentido, el apoyo de los gobiernos debe centrarse en el sector primario, de manera prioritaria se debe potenciar la competitividad de las empresas agroalimentarias procurando elevar la producción de los pequeños agricultores.

Fomentar el uso de la ciencia en el campo y generar empresas es un asunto que requiere unir esfuerzos para promover el desarrollo, investigación y producción de alimentos de calidad para mejorar la alimentación de los mexicanos y seguir creciendo en los mercados extranjeros.

Fundamental es que las autoridades gubernamentales de los estados replanteen los esquemas de apoyo  al campo con la finalidad de que los recursos de la Federación se traduzcan en acciones precisas para el sector primario.  

Desde la Cámara de Diputados, vigilaremos que la aplicación de los recursos sea en los rubros con impacto social y de acuerdo a los objetivos nacionales, estrategias y prioridades de desarrollo social.

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miércoles, 12 de octubre de 2016

Al Rescate del Campo. Por Alejandro Armenta Mier



















En el estado de Puebla, de acuerdo a cifras oficiales, las actividades primarias y secundarias registraron una variación anual que inciden directamente en una circunstancia tan lamentable como real: aquellos que se dedican a la agricultura, la ganadería y la pesca (sector primario) dejaron de hacerlo por falta de apoyo gubernamental.

Importante señalar, que el 28% de la población total de Puebla, vive en el sector rural. Este sector ha sido condenado a vivir en el abandono y el rezago durante los últimos 6 años y es que de cada 100 pesos que se invierten en el campo poblano, 93 provienen del Gobierno de la República, y sólo 7 le destina el gobierno del estado. A pesar de la situación adversa que vive el campo poblano, éste sector genera el 5 por ciento del PIB estatal.

En el 2015, la Secretaría de Desarrollo Rural de Puebla gastó únicamente 60 millones para el campo, dejando en el olvido el equipamiento y la capacitación para detonar la producción y mejorar la productividad de la entidad.

Actualmente, el estado ocupa el lugar 14 a nivel nacional, en lo que respecta al volumen de producción del sector agropecuario. Para el 2016, el gobierno del PAN de Puebla ejercerá 72 mil millones de pesos y para los rubros agropecuarios, de silvicultura, pesca y casa pretenden destinar sólo 200 millones de pesos, que representa el 0.28% del presupuesto estatal, dejando en el olvido a 600 mil personas que se encuentran trabajando actualmente en el sector primario.

Y ante este panorama se visualiza complejo el reto de garantizar uno de los derechos humanos fundamentales, como lo es la alimentación ya que debemos cubrir una demanda de alimentos cada vez mayor a través de sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles capaces de enfrentar los efectos adversos del cambio climático. Por eso la importancia de impulsar al campo.

Para alcanzar los objetivos alimentarios, la producción agrícola debe aumentar un 60 por ciento para 2050. Es fundamental contemplar la alimentación y la agricultura como eje estratégico en los planes de desarrollo –nacional y estatal- de manera que se determinen acciones concretas para enfrentar el cambio climático e invertir más en desarrollo rural, fortaleciendo a los pequeños agricultores y garantizar así, la seguridad alimentaria.

Acciones concretas como aumentar la producción y los ingresos de los pequeños agricultores, multiplicar esfuerzos para lograr que todos los sistemas alimentarios se hagan sostenibles y que el desperdicio y la pérdida de alimentos se reduzcan al mínimo, ya que más de un tercio de los alimentos producidos en el mundo se pierde o desperdicia; esto supone alrededor de mil 300 millones de toneladas anuales.

Además fortalecer el sector productivo de nuestro estado y de nuestro país -con el objetivo de mejorar su calidad de vida- resulta fundamental para consolidar una buena nutrición, sana y suficiente a través de sistemas alimentarios sostenibles, equitativos y flexibles, fomentando el respeto a las costumbres alimentarias propias de cada región, adecuadas tanto en cantidad como en calidad.

Por ello, es fundamental promover e impulsar eventos como la Expo Hortícola –esfuerzo del Presidente Municipal de Los Reyes de Juárez- para fortalecer liderazgos en la producción de hortalizas en Puebla al ocupar el primer lugar en el cultivo a cielo abierto, comercializando el 70% de sus productos en el mercado nacional.

O el impulso a proyectos al campo y transferencia tecnológica en la región del distrito 7 de Tepeaca para la producción de tuna, nopal y maguey así como el producto nogal; por lo que esta semana se presentará en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, una iniciativa para fomentar las prácticas sostenibles en la producción de alimentos.

Sin embargo, los beneficios para los productores poblanos no han sido los esperados. En ese sentido, el apoyo de los gobiernos debe centrarse en el sector primario, de manera prioritaria se debe potenciar la competitividad de las empresas agroalimentarias procurando elevar la producción de los pequeños agricultores.

Fomentar el uso de la ciencia en el campo y generar empresas es un asunto que requiere unir esfuerzos para promover el desarrollo, investigación y producción de alimentos de calidad para mejorar la alimentación de los mexicanos y seguir creciendo en los mercados extranjeros.

Fundamental es que las autoridades gubernamentales de los estados replanteen los esquemas de apoyo  al campo con la finalidad de que los recursos de la Federación se traduzcan en acciones precisas para el sector primario.  

Desde la Cámara de Diputados, vigilaremos que la aplicación de los recursos sea en los rubros con impacto social y de acuerdo a los objetivos nacionales, estrategias y prioridades de desarrollo social.

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