viernes, 9 de septiembre de 2016

Las únicas expectativas que he de cumplir son las que yo me marque, no las que los demás me impongan. Por Claudia Osorno Bermúdez



Resulta muy bonito pensar que es tanta la cercanía que te une a alguien que puedes exclamar que algo de ti le pertenece, pero nada más lejos de la realidad.

Hay que ser un poco egoísta y recordar que los anhelos y las metas que nos fijamos parten de la esencia interior. Por eso hay que cuidar la autoestima que crea las ilusiones y fortalecer la esperanza de cumplirlas.


Lo que necesitamos son ideas y expectativas propias.


La mayor parte de la gente trabaja para cumplir objetivos impuestos por ajenos, dedica parte de su tiempo a actividades que no quiere realizar o se ve obligada a llevar un estilo de vida determinado para seguir adelante.

Lo  necesitamos unas expectativas propias que nos hagan tener la certeza de que podemos ser felices con lo que tenemos. Si acaso retrocedemos con ayuda de la memoria a los primeros años de nuestra edad adulta, todos encontraremos en ella distintas metas a las que nos falta llegar y otros a los que ya hemos llegado.

“Las metas en la vida son esos faros que nos iluminan en las noches cuando navegamos por este oscuro mar (mundo) cambiante”
-Anónimo-

Las personas más cercanas podrán darnos su opinión sobre nuestras acciones y  apoyarnos pero por supuesto, aconsejarnos si les damos ese poder, ojo solo si les damos ese poder.

Sin embargo la última palabra solo la puedo tener yo: decido qué quiero hacer con el tiempo que tengo entre mis manos y me instalo en un camino que considero oportuno. Algo que nadie puede elegir por mí.

Así que a defender nuestras expectativas.

Tras crear unas expectativas, es necesario que les demos forma y luchemos por defenderlas: aprender a definir bien qué queremos nos ayudará a encaminar bien nuestras acciones hacia ello. Así, es bueno entender que, al igual que las metas e ilusiones y los sueños que nos pongamos son parte de la fortaleza que nos propulsa llegar a una dirección correcta.

“Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso”
-Brian Tracy

La base de que cada uno de nosotros puede conseguir aquello que se ha propuesto, sin dejarse vencer por quienes no nos creen capaces o no mejor dicho no nos conocen.

Los consejos de los demás siempre pueden ser útiles y en muchas ocasiones representan la luz que precisamos, pues la ceguera a veces se apodera de los pasos que queremos dar.

No es malo que los demás conozcan las expectativas que nos hemos fijado, como tampoco lo es que las compartamos con ellos. Sin embargo, lo razonable es no dejar de asumir que a cada cual le pertenecen las suyas: ni nadie ha venido el mundo a cumplir las tuyas, ni tú estás aquí para hacer lo propio con las del resto.

Así que aquí les dejo esto que he aprendido muy bien en la Logoterapia.

La Oración Gestalt de Fritz Perls

La Oración Gestalt creada por Fritz Perls, todavía en la actualidad sigue siendo considerada por muchos como un mantra capaz de ayudar en mil conflictos, o una llave que les abra las puertas a un pleno conocimiento.

“Yo soy yo y tú eres tu
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y,
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres tú y yo soy yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos,
Y coincidimos, es hermoso.
Sino, pocas cosas tenemos que hacer juntos.
Tu eres tú y yo soy yo”
(Fritz Perls)

Que tengan un día lleno de letras!
Dios les bendice.

Claudia O. Bdez.
cob_661104@hotmail.com

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viernes, 9 de septiembre de 2016

Las únicas expectativas que he de cumplir son las que yo me marque, no las que los demás me impongan. Por Claudia Osorno Bermúdez



Resulta muy bonito pensar que es tanta la cercanía que te une a alguien que puedes exclamar que algo de ti le pertenece, pero nada más lejos de la realidad.

Hay que ser un poco egoísta y recordar que los anhelos y las metas que nos fijamos parten de la esencia interior. Por eso hay que cuidar la autoestima que crea las ilusiones y fortalecer la esperanza de cumplirlas.


Lo que necesitamos son ideas y expectativas propias.


La mayor parte de la gente trabaja para cumplir objetivos impuestos por ajenos, dedica parte de su tiempo a actividades que no quiere realizar o se ve obligada a llevar un estilo de vida determinado para seguir adelante.

Lo  necesitamos unas expectativas propias que nos hagan tener la certeza de que podemos ser felices con lo que tenemos. Si acaso retrocedemos con ayuda de la memoria a los primeros años de nuestra edad adulta, todos encontraremos en ella distintas metas a las que nos falta llegar y otros a los que ya hemos llegado.

“Las metas en la vida son esos faros que nos iluminan en las noches cuando navegamos por este oscuro mar (mundo) cambiante”
-Anónimo-

Las personas más cercanas podrán darnos su opinión sobre nuestras acciones y  apoyarnos pero por supuesto, aconsejarnos si les damos ese poder, ojo solo si les damos ese poder.

Sin embargo la última palabra solo la puedo tener yo: decido qué quiero hacer con el tiempo que tengo entre mis manos y me instalo en un camino que considero oportuno. Algo que nadie puede elegir por mí.

Así que a defender nuestras expectativas.

Tras crear unas expectativas, es necesario que les demos forma y luchemos por defenderlas: aprender a definir bien qué queremos nos ayudará a encaminar bien nuestras acciones hacia ello. Así, es bueno entender que, al igual que las metas e ilusiones y los sueños que nos pongamos son parte de la fortaleza que nos propulsa llegar a una dirección correcta.

“Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso”
-Brian Tracy

La base de que cada uno de nosotros puede conseguir aquello que se ha propuesto, sin dejarse vencer por quienes no nos creen capaces o no mejor dicho no nos conocen.

Los consejos de los demás siempre pueden ser útiles y en muchas ocasiones representan la luz que precisamos, pues la ceguera a veces se apodera de los pasos que queremos dar.

No es malo que los demás conozcan las expectativas que nos hemos fijado, como tampoco lo es que las compartamos con ellos. Sin embargo, lo razonable es no dejar de asumir que a cada cual le pertenecen las suyas: ni nadie ha venido el mundo a cumplir las tuyas, ni tú estás aquí para hacer lo propio con las del resto.

Así que aquí les dejo esto que he aprendido muy bien en la Logoterapia.

La Oración Gestalt de Fritz Perls

La Oración Gestalt creada por Fritz Perls, todavía en la actualidad sigue siendo considerada por muchos como un mantra capaz de ayudar en mil conflictos, o una llave que les abra las puertas a un pleno conocimiento.

“Yo soy yo y tú eres tu
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y,
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres tú y yo soy yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos,
Y coincidimos, es hermoso.
Sino, pocas cosas tenemos que hacer juntos.
Tu eres tú y yo soy yo”
(Fritz Perls)

Que tengan un día lleno de letras!
Dios les bendice.

Claudia O. Bdez.
cob_661104@hotmail.com

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